
La definición del hombre, en el sentido del propio entendimiento, es un problema vigente y permanente. De ahí que este estudio tenga por objeto determinar cuáles son las bases de una recta definición teológica del ser humano. La relevancia del examen de lo criterios referentes a este asunto se hace patente cuando se considera que la vivencia cristiana en particular y la experiencia humana en general, parte de un juicio de valor acerca de lo humano.